Elegir un seguro de salud para personas mayores puede parecer una tarea ardua, sobre todo por los requisitos y condiciones que a veces se ponen desde algunas aseguradoras, pero teniendo en cuenta unos cuantos consejos puede ser mucho más sencillo.
Si somos claros, el primer reto de los seguros médicos para personas mayores es su coste. Queramos o no, la mayor edad suele suponer un coste añadido a la hora de contratar un seguro de salud. Por eso, es importante comparar coberturas y buscar posibles descuentos.
Antes de seguir, queremos contarte que en emancipaTIC trabajamos con nuestros socios en la defensa de las personas mayores. Uno de nuestros objetivos es difundir hábitos de vida saludable entre todos nosotros, y en esta sección del blog hablamos de Salud y Vida Activa para poder compartir entre todos los mejores consejos para cuidarnos.
Seguro médico de salud para personas mayores: cómo elegir el mejor
Hasta hace poco, los seguros médicos privados no se solían ofrecer para las personas de mayor edad o, cuando se hacía, eran tremendamente caros. Ahora sin embargo la ampliación de la esperanza de vida hace que cada vez más compañías ofrezcan seguros específicos para seniors. Pese a esto, la edad puede suponer un hándicap a la hora de contratar ciertas coberturas, así que lo primero que debemos tener en cuenta es analizar las distintas propuestas en función de la edad límite que marcan para sus asegurados.
1. Analiza los límites de edad y el precio
Hay que tener en cuenta que un seguro de salud para mayores de 60 años o de 65 años no es más que un seguro de salud adaptado a una franja de edad más avanzada. Ni más, ni menos. Pero también hay que entender que cuanto mayor sea la edad, más se arriesgan las empresas aseguradoras a que enfermemos o requiramos atención médica.
El otro aspecto inicial al que debemos atender es como decíamos si hay límites de edad. Los proveedores de seguros médicos establecen a veces un límite de edad en algunas a sus pólizas. Por ejemplo, que una oferta de seguro sea hasta una edad máxima de 70 años. Esto significaría que si estamos interesados y tenemos 71 años, no podríamos solicitar esa póliza. Del mismo modo, si tuviéramos 69 años, podríamos contratar la póliza, pero tendríamos que cambiar a una nueva al cumplir los 70.
Lo importante es recordar que el precio del seguro de salud suele aumentar a medida que se envejece. Por tanto, debemos determinar el nivel de cobertura que deseamos y comparar las pólizas que se ajustan a nuestras necesidades. A partir de ahí, podemos elegir la más barata o la que más nos convenga.
2. Usa comparadores, pero habla con las propias compañías
En los últimos años gracias a Internet hay multitud de comparadores de seguros online. Son, sin lugar a dudas, un avance, y puede ser de gran ayuda para tener una visión general. Sin embargo estos portales suelen extraer la información de forma masiva de las webs de las propias aseguradoras y no recogen matices o apreciaciones que se pueden dar en cada caso.
Por tanto, no debemos dudar en emplear algo de tiempo en hacer unas llamadas a los proveedores de seguros que más nos convenzan y exponerles nuestro caso. Las compañías están ahí para atendernos y pueden lanzarnos ofertas que no se ven en los comparadores online.
3. Elegir el tipo de póliza que más nos convenga de las que nos ofrezcan
Hay que tener en cuenta que muchos seguros de salud van precedidos por un chequeo médico que influirá en el precio. Si contamos con alguna dolencia previa, es probable que el precio suba al calcular la prima del mismo. Una vez con eso, la empresa aseguradora suele ofrecer normalmente tres tipos de cobertura (aunque cada caso es distinto), que podemos dividir simplificando en:
- Básica: que suele cubrir únicamente el tratamiento en régimen de hospitalización.
- Media: Cubre el tratamiento hospitalario y ambulatorio.
- Completa: Puede cubrir el tratamiento hospitalario, el tratamiento ambulatorio y una serie de tratamientos adicionales como fisioterapia, salud mental u odontología.
Lógicamente, a más coberturas, mayor es el precio. Pensemos para qué queremos acudir a un seguro privado y pongamos todo en una balanza. Según cada caso una opción puede ser mejor que otra.
4. Compara bien las ventajas que te ofrecen con cada seguro
Para comparar bien las coberturas y ventajas debemos tener en cuenta qué suele incluir un seguro médico para personas mayores en España. En la mayoría de casos las opciones privadas dan más opciones en cuanto a pruebas y tratamientos, y podremos acceder a algunos que no están disponibles en la Sanidad Pública y también para muchas intervenciones no contaremos con lista de espera.
Pero, aparte de esto, es importante comparar a qué hospitales privados tendremos acceso con el seguro. ¿Conocemos alguien que haya estado ya en ese hospital y que nos pueda decir qué le pareció? ¿Está cerca de nuestra casa? Son pequeños matices que pueden hacer que la decisión entre un seguro u otro sea más clara.
Además, para recudir el precio podemos evitar incluir demasiados complementos. Los extras opcionales aumentan el precio de la prima mensual o anual a veces de forma elevada. Teniendo una Sanidad Pública como la que hay en España, cubrir solo las enfermedades que nos gustaría tratar de forma privada puede ser una estrategia inteligente. Podemos optar, por ejemplo, solo por contratar aquellas enfermedades más graves o tratamientos que sabemos que cuentan con una gran lista de espera.
5. Piensa a 5 o 10 años vista
Toda esta comparativa para elegir el mejor seguro médico de salud para nosotros puede resumirse en una reflexión: pensemos en nosotros a 5 o 10 años vista. Es cierto que nadie puede predecir qué enfermedades podemos padecer pero sí ante qué riesgos nos gustaría sentirnos más protegidos con una cobertura extra o no. ¿Necesitamos por ejemplo salud bucodental o ya contamos con un dentista de confianza? Cada póliza cubre una serie de enfermedades y tratamientos que podemos pagar: prótesis, intervenciones de urgencia, tratamientos a largo plazo… Hagamos un recorrido más optimista y otro más pesimista sobre las atenciones que podríamos necesitar y elijamos aquellas que nos hagan sentir más seguros.
Con todo ello, y revisando con calma toda la póliza que la empresa proveedora debe enseñarnos por adelantado y con tiempo para pensarlo, habremos hecho todo lo necesario para elegir con criterio el mejor seguro médico posible para nosotros.