El 17 de mayo se celebró el Día Mundial de Internet, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006 con el objetivo de promover el buen uso de Internet y difundir sus enormes beneficios sociales, económicos y culturales.
Este año, el lema elegido para ello es «Por una nueva generación de Internet comprometida con las personas», el cual es fruto del consenso del Comité de Impulso de la efeméride, del cual forma parte Emancipatic junto a otras organizaciones comprometidas con la transformación digital inclusiva y ética. En torno a este mensaje se ha establecido la hoja de ruta para transformar el entorno digital en un espacio más humano, justo y sostenible.
¿Qué es la Next Generation Internet?
La llamada Next Generation Internet (NGI) es una iniciativa europea que busca reinventar el Internet del futuro para que responda mejor a los valores fundamentales de nuestra sociedad. Este nuevo enfoque tecnológico no solo se basa en avances técnicos, sino también en una transformación ética y social profunda que sitúa a las personas en el centro del desarrollo digital.
La Next Generation Internet (NGI) representa una visión de futuro en la que la red global se rediseña con las personas en el centro. Este enfoque busca garantizar que la conectividad sea más rápida y eficiente, pero también más respetuosa con principios como la inclusión, transparencia, sostenibilidad, privacidad y cooperación.
Esto supone un cambio de paradigma: desde una red orientada al consumo y la velocidad hacia una plataforma de empoderamiento ciudadano, bienestar social y desarrollo responsable.
Una transformación necesaria
Internet ha revolucionado nuestras sociedades y nuestras vidas, facilitando el acceso a información, nuevas formas de comunicación, educación, entretenimiento, oportunidades económicas y avances en salud o innovación. Sin embargo, también ha traído consigo importantes desafíos y problemas estructurales: brechas digitales, desinformación, manipulación algorítmica, impacto ambiental, problemas de privacidad y riesgos para la salud mental, entre otros.
Por ello, avanzar hacia una nueva generación de Internet no es una opción, sino una necesidad que debe ser atendida con urgencia. Debemos construir un entorno digital más equitativo, seguro y respetuoso con los derechos humanos para asegurar que la evolución digital beneficie a todos por igual, en lugar de profundizar en las desigualdades. Esto implica colocar el bienestar, los derechos y la participación ciudadana en el corazón del ecosistema digital.
Decálogo por una nueva generación de Internet
Con motivo del Día Mundial de Internet 2025, se ha elaborado un manifiesto que propone diez principios fundamentales para guiar el desarrollo de esta nueva generación digital. Este decálogo busca el compromiso activo de gobiernos, empresas y ciudadanía para transformar Internet en un espacio más seguro, sostenible y respetuoso con los derechos de todas las personas.
1. Inclusión y accesibilidad
Una nueva generación de Internet debe priorizar un acceso inclusivo que elimine barreras económicas, culturales, físicas y educativas, garantizando que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, condición económica o nivel educativo, tengan acceso equitativo a Internet y sus beneficios. Garantizando la accesibilidad de todos los segmentos de la población, con especial atención a los más vulnerables y a las personas con discapacidad.
2. Bienestar digital
Un enfoque centrado en las personas debe tratar de maximizar el bienestar digital y la calidad de vida de la población, sensibilizando sobre los efectos negativos que un mal uso de la tecnología puede tener sobre la salud mental, como conductas adictivas, ansiedad o aislamiento social, a la vez que promueva y eduque en prácticas más saludables y sostenibles. El bienestar digital requiere evitar prácticas abusivas de manipulación de los usuarios, y el respeto a los denominados neuroderechos.
3. Transparencia y empoderamiento
Un internet centrado en las personas debe tener más transparencia, mecanismos de gobernanza, y, por tanto, impulsar la capacidad de empoderamiento de los ciudadanos. Y para lograr esto último es clave permitir el acceso a toda la formación necesaria para dotar a las personas de las competencias que les permitan convertirse en una ciudadanía capacitada en uso de las nuevas tecnologías.
4. Pensamiento crítico y lucha contra la desinformación
En la actualidad se está detectando en Internet una tendencia que prima la viralidad y que fomenta la polarización. Situar a las personas en el centro favorecería la introducción de sistemas y herramientas que promuevan un contenido ético, confiable y educativo en Internet. Debemos impulsar desde la infancia una educación en pensamiento crítico y alfabetización mediática, capacitando a las nuevas generaciones para discernir entre información fiable y manipulaciones interesadas.
5. Fomento de la participación activa, responsable, y democrática
La nueva generación de Internet debe fomentar una participación activa y responsable, a través de herramientas para la co-creación de contenidos y su puesta a disposición de los ciudadanos, además de una participación democrática mediante gobernanza compartida. Se debe facilitar la posibilidad de que los ciudadanos puedan hacer uso de su identidad digital de forma sencilla y segura.
6. Sostenibilidad
La infraestructura digital consume enormes cantidades de energía en los centros de procesos de datos y en los dispositivos, a la vez que contribuye a generar eficiencias energéticas en otras áreas de actividad. Continuar fomentando prácticas sostenibles como el reciclaje de equipos electrónicos y el diseño de productos duraderos puede reducir el impacto ambiental negativo. Crear una cultura digital sostenible implica educar a los ciudadanos sobre prácticas sostenibles para reducir su huella de carbono y dotarles de herramientas para su medición y control. Un internet sostenible optimizaría estos recursos, promoviendo tecnologías más eficientes y renovables.
7. Desarrollo y gobernanza responsable de la inteligencia artificial
Debido al actual auge de la inteligencia artificial, con su divulgación y aplicación crecientes, es crucial garantizar que estas tecnologías se desarrollen y utilicen de manera ética, transparente, sin sesgos, con equidad y respeto de los derechos, priorizando siempre el bienestar de las personas y con un esquema de gobernanza a nivel europeo y global de manera que sus beneficios lleguen a todos los ciudadanos.
8. Confianza y Ciberseguridad
Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), solo serán aceptadas si garantizan un nivel de confianza y seguridad adecuados. Con el aumento de las amenazas cibernéticas un internet más seguro es esencial para proteger a los ciudadanos y a sus datos, y esto exige que la Ciberseguridad esté presente en todas las fases del ciclo de vida de un producto o servicio. Las nuevas generaciones de Internet deberán ser lo más resistentes posible frente a eventuales incidentes que puedan producirse en la Red o en el entorno en el que opera, y ser resistentes a los intentos de terceros no autorizados de alterar su funcionamiento o rendimiento aprovechando las vulnerabilidades de Internet.
9. Privacidad y control de datos
La protección de la privacidad de los ciudadanos debe ser una condición imprescindible a la hora de ofrecer servicios digitales. Un Internet centrado en las personas debería dar prioridad a la privacidad, transparencia y explicabilidad, permitiendo a los ciudadanos dar un consentimiento real y un control más transparente y efectivo sobre sus datos.
10. Innovación y redes del futuro
Nos encontramos en un momento de cambio en el que las nuevas redes no serán una mera evolución de las ya existentes, sino una auténtica revolución. Serán redes abiertas, virtualizadas, programables, flexibles y automatizables, lo que dará paso a una nueva ola de innovación. Estas nuevas funcionalidades van a permitir potenciar la innovación, buscando la mejora de la vida de las personas y creando oportunidades de desarrollo económico y social. La nueva generación de internet debe impulsar el emprendimiento, la investigación y la creación de valor añadido.
¿Y ahora qué?
El futuro de Internet depende de las decisiones que tomemos hoy. Para lograr una sociedad digital justa y sostenible, todos —instituciones, sector privado, organizaciones sociales y ciudadanía— debemos asumir un papel activo. Desde iniciativas como las que impulsa Emancipatic, hasta la formulación de políticas públicas con visión de derechos humanos, el compromiso debe ser colectivo y decidido.
Aprovechando iniciativas como el Día Mundial de Internet, sumémonos al reto de construir un nuevo ecosistema digital que respete, proteja y potencie lo mejor de cada persona.